| Localidades | Dialectos | Mapas |
| Orbara |
| Fragmento | Duración | Sumario |
| B05 | 00:13:15 00:14:44 |
En la época de la Guerra, se llevaron a los hijos de un hombre a la Guerra y él fue a la ermita de San Esteban y juró que si sus hijos volvÃan sanos de la Guerra reconstruirÃa la ermita. Volvieron sanos los hijos y la ermita que hay hoy en dÃa es la que hizo aquel hombre. |
| B04 | 00:10:45 00:13:14 |
Iban a recoger gamones para darles a los cerdos en invierno. Siempre iban a donde estaba la ermita caÃda. En el suelo habÃa una placa cuadrada de hierro de San Esteban. Le solÃan rezar a este Santo. Iba mucha gente. Se llevaba a los recién nacidos allÃ, a Roncesvalles y a San JoaquÃn. |
| B03 | 00:08:15 00:10:45 |
La primera vez que hicieron la ermita de San Esteban, los que querÃan ir, estaban preparando la piedra y un amo del pueblo fue con los bueyes a sacar madera. Cuando estaba sacando la madera con los bueyes, se abrió el suelo y los bueyes murieron al caer con la madera. Cuando la gente fue, encontraron a los bueyes pastando fuera del agujero con la madera. Luego hicieron la ermita. |
| B02 | 00:05:27 00:08:15 |
Procesión de Roncesvalles. La gente se viste con el traje de Aezkoa. Se celebra la misa mayor, la merienda y la vuelta. Cuando ella era joven de Orbara salÃa un camión para que la gente fuera a Roncesvalles. Hoy en dÃa esta es la única procesión que se sigue haciendo. |
| B01 | 00:00:00 00:05:27 |
En la procesión de San JoaquÃn los de Orbara y Orbaitzeta iban juntos, y los de las dos Abaurreas también. Si se hiciera ahora, serÃa como entonces, cada pueblo llevarÃa su cruz parroquial. La gente se vestÃa elegante, pero no se ponÃan el traje de salacencos. Después de la misa mayor, se tomaba la merienda. Cada pueblo tenÃa su sitio y lo pasaban muy bien. A la vuelta, cuando todavÃa no habÃa carretera, se hacÃa un descanso en el camino y se rezaba a la Virgen de Roncesvalles. Todos iban andando. Los "depositarios" eran los que llevaban el vino. Estos, eran los que guardaban los ahorros de todo el pueblo. Si sobraba algo de la merienda, al llegar otra vez al pueblo, los hombres se lo acababan en el Ayuntamiento. Luego ya, se ha perdido todo. |
| Pista | Duración | Escuchar archivo |
| IR-023g-B | 14:46 |
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